La externalización de determinados servicios de banca privada se ha convertido en una estrategia muy popular entre los bancos en los últimos años. Les permite centrarse en su actividad principal al tiempo que se benefician de la experiencia y la eficiencia de terceros proveedores especializados. Sin embargo, los bancos deben ser conscientes de los riesgos y beneficios de la externalización de estos servicios.
¿Cómo beneficia la externalización a los bancos privados?
Una de las ventajas más importantes de la externalización es la posibilidad de acceder a conocimientos especializados. Muchos proveedores externos tienen una experiencia significativa en diferentes áreas y son capaces de proporcionar un servicio de calidad superior al del propio banco. Mediante la externalización de funciones como el cumplimiento normativo o la gestión de riesgos, los bancos pueden beneficiarse de las competencias de un equipo altamente cualificado que puede prestar una amplia gama de servicios, incluida la supervisión de los requisitos normativos, el desarrollo y la aplicación de políticas de cumplimiento normativo y gestión de riesgos, y la formación continua del personal en materia de cumplimiento normativo. Este principio también se aplica a otros ámbitos.
Otra ventaja significativa de la externalización es la reducción de costes. Los bancos buscan constantemente formas de reducir sus costes. Mediante la externalización de determinados servicios, aumentan su eficiencia en la aplicación de su estrategia financiera. Al trabajar con proveedores externos, los bancos pueden evitar los costes de contratación y formación de personal especializado, así como la inversión en la tecnología y la infraestructura necesarias.
Sin embargo, estas grandes ventajas vienen acompañadas de varios retos, lo que plantea otra pregunta: ¿a qué se enfrentarán los bancos privados si externalizan determinados servicios?
Uno de los principales retos es el riesgo de perder el control sobre funciones críticas. Por ejemplo, el cumplimiento normativo es una función clave que está directamente integrada en la estrategia empresarial general de los bancos privados. Al externalizar esta función, los bancos corren el riesgo de perder el control sobre importantes procesos de toma de decisiones, lo que puede conllevar riesgos estratégicos y operativos.
Otro reto de la externalización es el riesgo de violación de la seguridad de los datos. Al externalizar los servicios, el banco expone los datos de sus clientes (detalles de las transacciones, información sobre los clientes, etc.) a un riesgo adicional. La interceptación de información o el robo de datos son más probables cuando los datos están en constante movimiento.
Además, un proveedor de servicios externo puede incumplir sus obligaciones contractuales, lo que puede llevar directamente a una situación de conflicto entre el banco privado y el proveedor de servicios.
Hay que tener en cuenta que la externalización no es tan sencilla como parece, cada banco privado se toma todo el tiempo necesario para estudiar la decisión y elegir sabiamente si va a externalizar sus servicios o no, así como la selección de los proveedores externos adecuados que sean apropiados y estén en línea con la visión y estrategia del banco privado.