Encontrar trabajo hoy en día no siempre es fácil. Enviamos currículos, esperamos respuestas que no siempre llegan y eso puede resultar desmotivador. Pero existen maneras simples de hacer que la búsqueda sea más efectiva. No necesitas técnicas complicadas, solo tres pasos básicos que realmente pueden marcar la diferencia.
1. Saber qué buscas
Puede parecer obvio, pero muchas personas postulan a todo sin saber realmente qué quieren. Dedica un momento a hacerte las preguntas correctas:
-
¿En qué sector quieres trabajar?
-
¿Qué sabes hacer mejor que los demás?
-
¿Prefieres una empresa familiar, una start-up dinámica o una gran compañía más estable?
Una vez tengas claros estos puntos, será más sencillo apuntar al puesto adecuado y adaptar tu currículum o tu carta de presentación. Los reclutadores suelen notar cuando una candidatura está pensada para un puesto específico.
2. Cuida tu presencia en línea
Hoy en día es muy fácil obtener información sobre alguien a través de sus redes sociales. Los reclutadores suelen hacerlo. Revisar tu perfil de LinkedIn —o incluso buscar tu nombre en Google— no debería perjudicarte en tu búsqueda de empleo. Asegúrate de que tu perfil esté limpio y actualizado: una foto sencilla, experiencias completas y logros destacados.
Si puedes, comparte o comenta contenido relacionado con tu área. Esto demuestra que te interesa tu profesión.
3. Aprovecha tus contactos
A menudo olvidamos lo importante que es el networking. Muchas ofertas de trabajo no se publican en línea; circulan entre colegas, amigos y excompañeros.
Empieza simplemente hablando de tu búsqueda con tu entorno. Asiste a eventos, ferias de empleo o conéctate en LinkedIn. No dudes en escribir a alguien que trabaje en una empresa que te interese. No para pedir directamente un empleo, sino para pedir información o consejos; eso puede abrirte muchas puertas.
La búsqueda de empleo puede ser larga, pero al clarificar tus objetivos, trabajar tu imagen en línea y activar tu red de contactos, multiplicas tus posibilidades de avanzar más rápido. Estos tres pasos sencillos, aplicados de manera constante, pueden cambiar tu forma de buscar trabajo y, sobre todo, aumentar tus opciones de conseguir el puesto que realmente te corresponde.